Puede una porción de Tarantela mantenernos cautivos por siempre?

4 de octubre 2025

Hace muchos años fui con un equipo de personas a realizar un trabajo de varios días a la ciudad de Castelli. Yo nunca había ido, así que la propuesta era emocionante. Con ese entusiasmo llegué a una ciudad que se promociona como portal de El Impentrable. A mi experiencia, Castelli es un portal vibrante a vivencias maravillosas.

La diversidad cultural se vive a cada paso, Castelli es una ciudad muy moderna por ser una de las ciudades más grandes de la provincia y referente para todas las pequeñas comunidades arraigadas mucho más al norte. Las comunidades y pueblos originarios tienen una gran presencia y la belleza de sus expresiones se perciben con una potencia inspiradora.

El arte también se vive mucho en todos sus espacios y al caminar sus calles, viendo las caras de sus habitantes sentí que es uno de los lugares donde mejor se expresa ese sentir que nos hace chaqueños. Claro que eso es muy subjetivo, seguramente ser chaqueño para cada uno tendrá distintas implicancias, pero ese fue mi sentir: naturaleza, arte en las calles, comunidades de distintos orígenes y los pueblos originarios en convivencia haciendo de este lugar un espacio de autenticidad pocas veces visto.

En este contexto de belleza, la comida también fue una parte sumamente interesante y de mucho disfrute. Aunque, hubo una en particular que se quedó grabada por siempre. Al culminar uno de los almuerzos, nos ofrecieron como postre distintas propuestas y una de ellas era un porción de Tarantela con crema ¿? En nuestro equipo había mujeres de distintas provincias y la curiosidad nos invadió a todas por igual.

La tarantela es un postre que navega en medio de dos grandes favoritos: la torta de manzana y el budín de pan, básicamente. Cremoso, suave y de dulzura delicada combina muy bien con crema batida. Así lo conocimos y se convirtió en nuestro favorito cada vez que fuimos a comer a ese lugar.

Como todos los fines de semana, yo aprovecho para acopiar dulces y que haya oportunidad de acompañar charlas, momentos de trabajo o de relax con alguna delicia que traiga sus propias historias a este momento de celebración. Esta mañana por un instante disfruté del sol intenso, el calor y los colores de una ciudad que elegiría para vivir, llegó en el dulce recuerdo de una receta que siempre trae consigo risas compartidas, aventuras y el asombro de descubrir con ojos de niña, esas pequeñas cosas que hacen la vida maravillosa.

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