La experencia fue llevada adelante por la gran chef Alina Ruiz quien trasladó desde la cocina de su restaurante de campo "Anna", todos los ingredientes necesarios para que a más de mil kilómetros puedan degustarse los sabores del Chaco en su estado más puro.
La creatividad y el amor por su tierra de Alina hacen posible estas experiencias tan extraordinarias, que nacen en la aventura de llevar a Chaco muy lejos de sus fronteras. El concepto de Kilómetro Cero con el que se funda Anna habla del amor y el arraigo que siente por su tierra y sus sabores.
Castelli es el lugar que la vio crecer y la chacra de su padre, el lugar donde soñó a Anna. Ese restaurante de campo, donde lleva a la mesa cada uno de los ingredientes que produce y elabora ella misma, en compañía de su familia. El concepto de Kilómetro Cero no sólo encierra el trabajo de la gente de su pueblo sino también el amor por pertener a una tierra generosa que abriga, alimenta y brinda oportunidades.
Según cuenta en sus redes sociales, Alina fue invitada por Julián Díaz para cocinar en uno de los bares más notables de Buenos Aires "Los Galgos", "nos acompañó la bodega Zuccardi con Ana Amitrano, supervisando todo para que pudiéramos llegar de manera perfecta con todos los platos que habíamos diseñado para esta increíble noche", destaca.
El equipo de trabajo estuvo conformado por su esposo Pablo y la chef Natalia Insaurralde, quienes cuidaron cada detalle del proceso " para que todo el menú que habíamos elaboramos en Anna llegara a la cocina de Los Galgos de manera intacta, para que cada persona que había hecho su reserva sintiera al Chaco Impenetrable y nuestro concepto de gastronomía de Kilómetro Cero en cada bocado", valoró.
Desde lo anecdótico, Alina rescata "logramos trasladar desde los discos de empanadas, el zapallo al rescoldo hasta el helado de cedrón, todo envaso al vacío en seis conservadoras con hielo. El viaje lo hicimos en dos tramos, el primero de cuatro horas del campo a Resistencia y el segundo de 11 horas de Barranqueras a Los Galgos". Y destaca "compartir nuestras costumbres, sabores y productos nos hace bien, somos felices".
Chaco y sus sabores
La recepción fue con pan de mandioca relleno de chanfaina con emulsión de verdolagas silvestres, berro y ají picante. La entrada: empanadas de charque vacuno y chimi, una receta destacada por el gran Pietro Sorba en su libro Santa Empanada, donde recopila las mejores recetas de este plato tan tradicional para los argentinos.
El plato principal fue pastel de Kabutia al rescoldo, relleno de chivito, queso de cabra y hojas de salvia silvestre y el postre: helado de cedrón, tierra de algarroba y flores de salvia silvestre.